domingo, 21 de agosto de 2011

Aquel viejo megáfono al que no escuche...

Las notas de mi voz ya no causan reacción alguna, los poemas de mis dedos no llegan a su destino, la mirada se pierde en un fulgor fugaz, brillante, blanco, aquel fulgor en el que no apareces tu... es extraño, las sonrisas se apagaron, los huesos duelen, el frió acero, se transita en una cinta de concreto y sigues sin estar y seguimos sin tenernos, mientras las ideas, ¡las ideas!... no están contigo, no están conmigo, están de viaje en la inmensidad azul del cielo, dándonos a gritos golpes de verdad que ya no queremos escuchar, la mirada se pierde, y las ideas, las tuyas, las mías, están juntas....